Ciudad de Panamá, 26 jul (dpa) – Representantes de organizaciones vinculadas a la Salud demandaron hoy en Panamá el desarrollo de políticas públicas para elevar la donación y el trasplante de órganos, ante el aumento de casos de pacientes con enfermedades crónicas y degenerativas.
El director del Laboratorio Nacional de Trasplante, Alejandro Vernaza, indicó a dpa que en los últimos años han aumentado las enfermedades renales, lo que se confirma a través de la expansión de los servicios de hemodiálisis de la Caja de Seguro Social (CSS) y del Ministerio de Salud.
“La mejor terapia es la prevención, pero una vez se llega a los estados de insuficiencia renal, se tiene como alternativa terapéutica los trasplantes, lo que demanda la concientización de la población en la cultura de donación de órganos”, recalcó.
El Laboratorio Nacional de Trasplante fue fundado en 1975 y hasta el 2012 participó en la selección de donantes compatibles en 547 trasplantes renales, 259 de médula y 11 de hígado. En la actualidad, cuenta con certificación ISO 9001-2008, de la empresa International Global Certification, de España.
En 1990, se realizó en Panamá el primer trasplante renal con donante vivo y, en 1998, se hizo el primero a partir de un donante fallecido. En el 2000 se registró el primero de médula y en 2011, el primer trasplante hepático.
Se estima que hay 1,500 pacientes que requieren diálisis y hemodiálisis, y viven enfrentados a la pérdida de función renal en forma progresiva. Sin embargo, muchos de ellos siguen en lista de espera por la falta de órganos compatibles (vivos o cadavéricos) para ser trasplantados.
Una diálisis cuesta, en promedio, unos 30 mil dólares anuales y abulta los presupuestos de Salud. Ese hecho inspiró en 2012 el lanzamiento del proyecto “Panamá Dono”, para crear un procedimiento y una base de datos para encontrar donantes voluntarios no relacionados, a favor de pacientes con enfermedades hematológicas.
Vernaza precisó que cada año son realizados en Panamá de 60 a 70 trasplantes renales, con un costo promedio de 50 mil dólares, además de trasplantes hepáticos y de injertos de células precursoras hematopoyéticas.
Al respecto, David Ocalagan, de la Fundación Ocalagan, que asiste a pacientes renales, comentó a dpa que hay un “gran esfuerzo” en materia de trasplante, pero advirtió el “poco conocimiento, información y solidaridad en la población”, así como la falta de un registro nacional de donantes, cuyo desarrollo ha sido afectado por la escasez de recursos.
Para el 2014 se prevé que sea realizado en este país el primer trasplante de corazón, como resultado del avance científico, indicó el activista tras resaltar que es necesario promover los trasplantes y acortar el tiempo de respuesta de una persona para que reciba un órgano vital, bajo los protocolos vigentes.
Ocalagan anunció que el 15 y 16 de noviembre será efectuado en Panamá el Primer Congreso de Directores de Trasplante de Iberoamérica, lo que debe traducirse en una oportunidad para el aumento de las capacidades regionales en el ámbito de la salud.